Mi amigo Blue

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Solangel Pérez

El azul. ¿Qué sabemos de este color? En la escuela nos enseñan que es uno de los colores primarios dentro de la gama de los tonos fríos. Sin embargo, para mí, siempre ha representado al mar y al majestuoso cielo.

El azul, no obstante, tiene una connotación más profunda en el ámbito de la psicología. Los especialistas encuentran una analogía entre el autismo y el color del mar. Al igual que el océano, las personas con autismo pueden estar en calma y tranquilidad, pero, en ciertos momentos y por diversas razones, ambos pueden descontrolarse. Tanto el mar como las personas autistas albergan un mundo interior muy rico que asombraría a quienes logran conocerlo.

Mi amigo Blue es un adolescente con autismo que cursa el octavo grado en una escuela pública de Panamá Oeste. Desde el principio, el colegio le ha brindado el apoyo necesario a través de su Gabinete Psicopedagógico, un equipo de especialistas que se ha convertido en el mejor aliado de la familia Restrepo.

Blue se comporta de manera distinta ante el mundo debido a su condición. Investigué más sobre el tema y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), "los trastornos del espectro autista (TEA) comprenden un grupo de afecciones diversas que se caracterizan por dificultades en la interacción social y la comunicación. Otras características incluyen patrones atípicos de actividad y comportamiento, como dificultades para cambiar de una actividad a otra, gran atención a los detalles y reacciones poco habituales ante las sensaciones".

Conversando con algunos docentes, pude confirmar que Blue no lograba concentrarse lo suficiente en clase debido al ruido, los gritos y las risas de sus compañeros. Ante esta situación, los maestros y el equipo de especialistas organizaron un plan de estudios adecuado para él. Actualmente, Blue recibe atención personalizada en sesiones cara a cara con sus formadores.

Para sus padres, esta solución les facilitó enormemente la vida, pero tenían una duda que los preocupaba constantemente: ¿Cómo podría Blue cursar catorce materias por separado? Se les explicó que recibiría clases individualizadas en las asignaturas académicas principales, mientras que en las demás asistiría como oyente, siguiendo un horario especial. Esta estrategia complementaría los módulos que trabajaría en casa.

Para algunos docentes, trabajar con un estudiante autista ha sido un reto, pero también un proceso de aprendizaje valioso. Por ejemplo, en las clases de Inglés y Ciencias Naturales, observaron que Blue perdía rápidamente la concentración, lo cual se debía a la decoración de los salones. Ante esto, se optó por buscar contenidos más didácticos y visualmente atractivos que facilitaran su enfoque.

Los padres de Blue valoran positivamente las adaptaciones realizadas en el colegio para mejorar su experiencia y el ajuste de los contenidos de las asignaturas. Solo queda esperar a que Blue se acostumbre al cambio anual de docentes.

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